Hinduismo

Es la tercera religión más extendida, con más de novecientos millones de fieles, tras el cristianismo y el islamismo.
El hinduismo no posee fundador, ya que no es una religión sino varias religiones diferentes, a las que erróneamente se les aplica el mismo nombre
Los hinduistas llaman a aquella tradición religiosa sanātana dharma (‘religión eterna’, en idioma sánscrito)
A pesar de que el Hinduismo es usualmente entendido como politeísta, porque supuestamente se reconocen tantos como 330 millones de dioses, también tiene un “dios” que es supremo: Brahma. Brahma es una entidad que se cree que habita en cada porción de la realidad y la existencia, a través de todo el universo. Brahma es tanto impersonal como inconcebible, y con frecuencia se ha creído que existe en tres formas separadas como: Brahma–Creador;  Vishnú–Preservador; y Shivá–Destructor. Estas “facetas” de Brahma también son conocidas a través de muchas otras encarnaciones de cada una de ellas. Pero resulta realmente difícil “señalar” la teología hindú, puesto que casi cada uno de los sistemas teológicos es representado de alguna manera por una escuela hindú de alguna clase. El Hinduismo puede ser:

1. Monístico – Solo una cosa existe; la escuela de Sankara.
2. Panteístico – Solo una cosa divina existe, por lo que Dios es idéntico al mundo; el Brahmanismo.
3. Panenteístico – El mundo es parte de Dios; la escuela Ramanuja.
4. Teístico – Solo un Dios, distinto de la Creación; el Hinduismo Bhakti.

Observando otras escuelas del Hinduismo, que es ateísta, deísta, o aún nihilista, notan la diversidad contenida bajo el título de “Hinduismo”? uno se pregunta ¿qué es lo que los hace hindúes en primer lugar? Acerca del único punto real que puede usarse como referencia es, si un sistema de creencia reconoce a los Vedas como sagrados o no. Si es así, entonces es hindú. Si no, entonces no es hindú. Pero el punto más significativo es intangible. Los Vedas son más que libros teológicos: ellos contienen una rica y colorida “teo-mitología,” esto es, una mitología religiosa, la cual tiene deliberadamente entretejidos, mitos, teología e historia, para lograr una base de religión en forma de historia. Esta “teo-mitología” está tan profundamente enraizada en la historia y la cultura india, que el rechazar los Vedas es visto como una oposición a la India. Por lo tanto un sistema de creencias que no adopte la cultura india hasta cierta medida, es rechazado por el Hinduismo. Pero si se acepta la cultura hindú y su historia teo-mítica, entonces puede ser adoptada como “hindú” aún si su teología es teística, nihilística, ateística, o de cualquier otra clase. Así como un judío de cualquier nacionalidad se siente culturalmente judío (incluso si es ateo), el hindú se siente culturalmente hindú. Un budista hindú se diferencia de otro budista cualquiera por su cultura.
 Esta apertura a la contradicción puede ser un dolor de cabeza para los occidentales quienes buscan la consistencia lógica y racional defensivamente en sus puntos de vista religiosos.
 Cada rama del hinduismo sigue su propia rama, como un árbol gigante:
 los visnuistas adoran al dios Visnú (y creen que Krisná es su avatar)
los krisnaístas adoran exclusivamente al dios Krisná, y consideran que Visnú es su avatar.
En la doctrina vedanta esa suprema realidad es denominada Brahman, y se considera que es el aspecto original de Dios. Todos los demás dioses y seres del universo son su expresión, por lo que se le considera «principio del universo».
Los shivaístas creen en un solo dios, Shivá, y niegan la importancia de Brahmá y Visnú. Su visión monista del universo ha sido plasmada en los Shivá-sutras.
Por otra parte, la doctrina samkhia de Kapilá es una filosofía profundamente atea y actualmente considerada ortodoxa.
En el hinduismo hay diversidad de creencias, pero básicamente los hinduistas creen que detrás del universo visible (que es denominado "maia") ―al que atribuyen ciclos sucesivos de creación y destrucción― está el principio que sostiene el universo, Brahman o Atma (Dios). Para ellos abandonar el ciclo de reencarnaciones(samsara) y retornar al principio divino, constituye el mayor de todos los logros. 
¿Porqué abandonar el ciclo de reencarnaciones?, para ellos la tierra es un lugar de paso, donde aprendemos y evolucionamos, encarnamos aquí por un motivo personal, misión o aprendizaje, cuando hemos aprendido, evolucionado espiritualmente o simplemente cuando estamos preparados, abandonamos el ciclo de reencarnaciones y retornamos al principio divino, al universo espiritual. 
Se dice de muchos sabios que  han encarnado, sabios que vienen únicamente en misión y cuando la cumple regresan al mundo espiritual para continuar con su obra.
Brahman, puede ser considerado personal o impersonal. La adoración personal constituye el bhakti (la devoción), y la adoración impersonal implicagñana (la sabiduría). 

La realización impersonal, Brahman, es el concepto de Dios como una brillante luz, una energía o fuerza omnipenetrante, la conciencia del universo. El sentido impersonal de Dios es afín al nirvana del budismo y a la filosofía mayavada Hindú. Muchas tradiciones religiosas occidentales también abrazan esta visión de Dios como la forma última de lo Absoluto. En la India los yoguis todavía meditan en la forma Paramatma de Dios. Este es un método de percibir, a través de la disciplina del yoga, la forma localizada del Ser Supremo en el corazón de uno mismo. Debido a que uno está capacitado para ver al menos un aspecto de la forma del Señor, los Vedas ubican a este nivel de realización de Dios por sobre el impersonalismo del Brahman.

De acuerdo a El Bhagavad-gita tal como es, el principal texto de la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna (ISKCON), la realización de Dios incluye tres importantes niveles de conocimiento. Dios puede ser realizado como Brahman, una todo-penetrante energía espiritual carente de forma; como Paramatma, la Super alma situada en los corazones de todos los seres vivos; y finalmente como Bhagavan, la Persona Suprema. En El Gita, Bhagavan es definido como aquel que posee la totalidad de las siguientes seis opulencias: belleza, fuerza, conocimiento, fama, riqueza y renunciación. 

Estos tres niveles de la percepción de Dios pueden ser entendidos de la manera en que percibimos a un tren que se acerca a nosotros en la estación, ya entrada la noche. El primer signo de la existencia del tren es su luz, la que puede brindarnos una muy pequeña información acerca de la naturaleza del tren. Esta luz puede ser comparada al Brahman, el aspecto impersonal de Dios. Luego, al arribar el tren a la estación, podemos entender su forma y también ver al maquinista que lo conduce. Esta más detallada comprensión del tren puede ser comparada a la realización Paramatma. Si abordáramos el tren, comiéramos y conversáramos con el conductor, podríamos escuchar de él todo lo que hubiéramos querido saber acerca del tren y sus varias funciones. Este conocimiento puede ser comparado a la realización Bhagavan, el último nivel en la realización de Dios, en este nivel más elevado de la realización, uno puede realmente hablar con Dios y disfrutar de una amplia variedad de profundas intimidades, intercambios amorosos con él en su forma personal original conocida como Krishna, El todo-atractivo. 
De acuerdo a los Vedas, Krishna es la forma original de Dios de quien emanaron ilimitadas encarnaciones (incluyendo a Rama, Buda y Jesús) y de Quien repetidamente emergerán en el futuro curso del tiempo universal.
También hay que diferenciar que el Brahman impersonal es el aspecto no personificado de Dios, y es distinto de Brahmá, quien es el creador de este universo, pero no el Dios único. Brahmá es un alma encarnada muy elevada que ocupa temporalmente ese puesto dentro del mundo material, pero que puede caer de su lugar y ser reemplazado por otra entidad. Según la complejidad de cada universo, el Brahmá creador puede tener distinto número de cabezas pero ese número puede ser hasta mil. 
Pueden haber diferentes Brahmá porque pueden haber diferentes universos

Una de las características principales del hinduismo es el variado concepto acerca de ishta dévata ([cualquier] deidad adorable), que reconoce que cualquier persona puede tener una concepción personal de la Divinidad, igualmente respetable, ya que Dios puede tener todas las formas, y finalmente las trasciende. De ahí la infinitud de representaciones de la Divinidad. Pero finalmente Dios es uno, aunque sus manifestaciones sean infinitas.
¡Así es su creencia!,todos somos su expresión, todos somos parte de él, todos somos como un rompecabezas, todos podemos tener opiniones distintas, respetarlas y buscar unión en ellas.... millones de representaciones, UN SOLO DIOS!.
La presencia de escuelas diferentes dentro del hinduismo no debe ser vista como una contradicción entre
ellas. Por el contrario, no hay contradicciones reales entre las escuelas. En vez de eso, hay una polinización de las ideas entre las escuelas, y un debate lógico que sirve para refinar el entendimiento de cada escuela del hinduismo, en realidad, del entendimiento del practicante. Es común y está permitido que un individuo siga una escuela y que a su vez tome la perspectiva de otra para cuestiones puntuales. La forma de la doctrina es considerada como la interpretación que se le da al Absoluto en sus diversas comprensiones acorde a la visión y necesidad espiritual del practicante. Si bien, inicialmente cada escuela hinduista es un trecho de un único sendero, parecen diferentes, pero todos son diversos de un único trecho o sendero


¿Se dan cuenta, cuanta diversidad hay? a mi parecer no solo es así en la tradición religiosa hinduista, la religión hinduista que tiene millones de Dioses es solo una expresión de las otras tradiciones religiosas en el mundo, pero ¿todos lo vemos así? ¿todos encontramos un punto en común? Y si empezamos a disfrutar la diversidad que este mundo nos ofrece, ¿si reconocemos las diversas culturas como instrumento para crecer?

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