El chi,
conocido hace miles de años por muchas culturas asiáticas, es la energía vital
que mueve y hace que funcione todo el organismo, fue descubierto por aquellos
practicantes de la meditación que dentro de sus sesiones se aislaban de
cualquier estimulo exterior y lograban activar sus sentidos internos. Estos
maestros con el tiempo se dieron cuenta que el chi fluía por todo el cuerpo, y
que se acumula en mayores cantidades en ciertas áreas del cuerpo que están
relacionas o inter-conectadas con algún órgano del cuerpo. Llamaron a estas
áreas con mayor chi, centros energéticos, que se conectan unos con otros y
forman los canales a los cuales llamaron meridianos. Estos canales juntos con
todos los centros energéticos forman toda una red de energía que fluye por todo
el cuerpo, la cual muchos expertos en el chi y en su manejo aseguran que está
estrechamente relacionada con la salud del cuerpo.
Los
maestros, expertos en la utilización y manejo del chi, indican que el chi
dentro de esta red de meridianos debe estar siempre fluyendo, ya que aseguran
que si en un cuerpo no hay suficiente chi o este está bloqueado, pueden
presentarse problemas de salud en el área en donde el chi esta siendo
obstruido.
Muchos
de estos maestros también aseguran que Todo el mundo ha nacido con esta
red de meridianos abierta y con flujo. Incluso en el seno materno, el Chi de un
feto fluye por su propia red de meridianos. Después de nacer, este camino está
libre y abierto, hasta que aparece la pubertad, cuando el cuerpo siente las
presiones del cambio hormonal y el desarrollo físico y las emociones se hacen
más fuertes durante la delicada fase de la adolescencia. El estrés es uno de
los principales factores que producen los bloqueos de Chi que aparecen en los
canales del cuerpo cuando se es adulto. Al volver a
abrir conscientemente la rede de meridianos, aumentamos la
eficacia de nuestro consumo de energía y empezamos a rellenar las pérdidas de
Chi.
El
Chi actúa como un eslabón que une el cuerpo físico, el cuerpo de
energía (alma) y el cuerpo de espíritu del mismo modo que el
combustible del motor de una embarcación produce la fuerza que la empuja por el
agua. El Chi hace de combustible para cada uno de estos tres cuerpos. Lo mismo
que puede pararse un barco por falta de gasolina, también pueden
verse bloqueados el cuerpo, el alma y el espíritu por estar bajos de energía.
Existen
muchas practicas que ayudan que el que chi pueda fluir de nuevo
correctamente, entre ellas se encuentra la meditación, que desarrolla el
poder mental en el practicante y ayuda a relajar la mente y a alimentar el
espíritu. Muchos practicantes de la meditación logran aquietar la mente y con
esto logran que el desperdicio de su energía vital disminuya. Los
maestros recomiendan la meditación ya que aseguran que cuando
la mente está agitada, se desbordan las ideas y los sentimientos, a
veces de forma exagerada, haciendo que se disperse la fuerza vital teniendo
esto como consecuencia las depresiones, el estres, la ansiedad, entre muchos
otros.
Los taoístas
o practicantes de artes marciales como el Chi Chung pretenden que el chi
siempre este fluyendo por toda su red meridiana, con esto aseguran que logran
que cualquier enfermedad sea sanada y que el cuerpo se mantenga sano y joven.
Estos practicantes y estudiosos de la energía vital indican que en
cada persona hay doce meridianos mayores, seis yin y seis yang y
numerosos meridianos menores que forman la red energética de meridianos. Cada
meridiano está relacionado con un órgano o función. De igual manera como se
menciona anteriormente estos practicantes aseguran que si el Chi fluye con
libertad por los meridianos, el cuerpo goza de equilibrio y que cuando la
energía se bloquea o se estanca o debilita en algún meridiano, se manifiesta
como mala salud.
La
Acupuntura es otras de las practicas que permite que el chi fluya por todo el
cuerpo. Esta práctica, que es una especialidad en la medicina china, pretende
que la energía interna del paciente se equilibre, con el objetivo de que
el cuerpo funcione correctamente. Esta práctica se usa en occidente para tratar
trastornos de tipo funcional, en donde los órganos o algún órgano no este
funcionando correctamente ya sea porque exista algún bloqueo de energía en un
meridiano que este conectado con un órgano especifico. La inserción de las
pequeñas agujas en todo el cuerpo es precisamente para liberar a los centros
energéticos de sus obstrucciones, y esto permite que el chi fluya de nuevo y se
alivien ciertas lesiones o dolores que sufrían los pacientes antes de
someterse a una sesión.
Como
vemos la importancia que tiene el flujo de nuestra energía vital en nuestro
cuerpo va desde la salud física y mental, hasta la correcta alimentación y
equilibrio de nuestro espíritu, siempre que podamos realizar algunas de estas
prácticas lograremos mantener un estado de salud muy bueno y podremos controlar
nuestros pensamientos al punto de que no se desperdicie energía y podamos
carecer de molestias tanto físicas o mentales.
Referencias:
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